La noticia no tendría más transcendencia si no fuera por dos hechos puntuales: la policía local los pilló con las manos en la masa y hay una fotografía en la que se les ve volando sobre una fuente de Calafell.
Hace tiempo se puso de moda y por lo visto la moda había vuelto a resurgir. Meses atrás aparecieron menores en facebook haciendo cabriolas en las paredes de la ermita de Sant Miquel, también se les puede ver en otras "hazañas". Es una costumbre que, o se ataja a tiempo, o luego es difícilmente erradicable.
Calafell tiene un skatepark construido expresamente para ellos. Ahora piden otro en Cunit. Pero algunos necesitan "algo más" para destacar. Estos se trajeron a su reportero dicharachero para que les hiciese buenas tomas, como se puede ver en la foto del Diari.