sábado, 9 de diciembre de 2017

Medidas para acabar con las multas "perdonadas" y el ruido en las zonas de ocio de Calafell

MULTAS PERDONADAS

Hace un par de años, aparecía Calafell en prensa, radio y televisión, con un asunto que está ahora en el juzgado de El Vendrell: las multas perdonadas. El regidor de policía entre 2011 y 2015, Francisco Clavero, dijo que eso era una práctica habitual. Con la anterior concejal Ana González (2007-2011), no hubo perdón de multas, ni por amiguismo ni como práctica habitual, sin motivos objetivos.

Según la información de que se dispone en el juzgado número 5, se le perdonaron 13 denuncias a Olivella por no pagar la zona azul, con un importe total de 371,41 euros. Otro más de los regidores de CIU, ahora en la oposición, se vió también favorecido al serle perdonadas a su pareja 8 multas, por un total de 228,56 euros.
Todo parte de la denuncia de un policía local que vió con sorpresa como no se tramitaban unas multas.


RUIDOS
Otro tema que también generó polémica fue el ruido nocturno en las zonas de ocio de Calafell. 
El actual alcalde y el jefe de policía, han ido cambiando esto: se multa hasta a inspectores de la Generalitat que aparquen mal. Sin distinciones. ¿Cómo se está haciendo?



Pues por un lado, se han traspasado a Mossos las competencias sobre locales nocturnos, que hay muchas quejas de los vecinos de Calafell por el ruido. Por otro, La Policía Local de Calafell consolidará los controles de alcoholemia y drogas al volante que ahora principalmente realizan los Mossos d’Esquadra en el municipio. ¿Cómo? pues el Ayuntamiento ha firmado un convenio con el Servei Català de Trànsit para que los agentes locales realicen los controles de manera periódica. Contarán con los test y dispositivos oficiales. También las denuncias serán administrativas y pasarán directamente al departamento de Hacienda de la Generalitat con lo que será difícil escaparse del pago de la multa.

El inspector de la Policía Local, explica que el objetivo es realizar controles periódicos y también coincidiendo con las fechas de festivos y de comidas de empresa o familiares como las de los próximos días. En un último control que hicieron los agentes en Calafell en una noche hubo hasta una veintena de denuncias, muchas de ellas por conducir bajo los efectos de substancias estupefacientes.

El concejal de Gobernación de Calafell, Joan Maria Triadó, destaca que la localidad es un punto para la fiesta nocturna, «pero la responsabilidad de las administraciones es velar por la seguridad. Y el alcohol y las drogas son un riesgo no sólo para quien conduce bajo sus efectos, sino para el resto de los conductores».

Por ello, y con el asesoramiento de la Policía Local, se ha optado por firmar el convenio con el Servei Català de Trànsit.

Respecto al tema de los ruidos, exactamente lo mismo: desde fiscalía de Tarragona, dos regidores más (uno de CIU y otro de UAM) fueron citados a declarar como "investigados" por un presunto delito ecológico por su “inactividad en el control de la emisión de ruidos“ en la zona de ocio del municipio. Hace diez años, una vecina diagnosticada con problemas de ansiedad, depresión e insomnio por el elevado ruido que sufría en el interior de su domicilio llevó el caso a los tribunales. 

Tanto el juzgado contencioso administrativo de Tarragona como el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) le dieron la razón e instaron al consistorio a “adoptar las medidas necesarias para evitar esta inmisión proveniente de la vía pública”. Tras comprobar que la problemática no se ha resuelto y que la sonometría en la zona todavía supera los límites fijados por la normativa, el fiscal decidió denunciar a los concejales -como responsables del consistorio en este ámbito- por su desidia.

En la denuncia, el fiscal criticaba que, a pesar de las resoluciones judiciales contrarias al Ayuntamiento, los problemas de ruido en la zona de ocio de la ciudad persistan. Por este motivo, solicitó a los juzgados de instrucción de El Vendrell que abriesen diligencias por un delito ecológico de los artículos 325 y 329 del Código Penal, y que citase a declarar, como ya ha hecho, a los diferentes concejales en calidad de investigados. Por estos hechos podrían enfrentarse a una multa y a penas de entre medio año y tres años de prisión, y de entre nueve y quince años de inhabilitación para cargo público.

En el documento elaborado por el fiscal constan mediciones realizadas en el domicilio de esta vecina, ubicado en la calle Monturiol. El estudio se practicó en junio de 2015, entre la una y las tres de la madrugada de un domingo. De los resultados se desprende que las mediciones de ruido “superan en mucho los valores máximos y, en todo caso, correspondía al Ayuntamiento la vigilancia del control de estos límites”.

En concreto, las medidas realizadas en el exterior del inmueble alcanzaron entre 73 y 80 decibelios, cuando el valor límite previsto tras la aplicación de la normativa catalana -mediante el decreto catalán 176 / 2009- se situaría en 63 decibelios . En cuanto a los registros del interior del domicilio, el valor medio medido superaba por poco los 50 decibelios, casi 20 más de los que fija la legislación.

La de Calafell es la primera denuncia penal de estas características que ha interpuesto en la demarcación de Tarragona el fiscal de Medio Ambiente, Ignacio Monreal, quien a la vez investiga numerosos casos más relacionados con el exceso de ruido.

Ahora son Mossos d'Esquadra quienes patrullan, junto a la Policía Local, por las zonas de ocio nocturno. Todo partió, a parte de la denuncia de Fiscalía, por una pelea de una veintena de jóvenes. En esa pelea se enzarzaron y usaron las sillas de los locales como armas arrojadizas, e incluso rompieron un escaparate. La policía identificó a cinco personas que eran de El Vendrell y de Banyeres del Penedès. La calle Monturiol de Calafell, que concentra la oferta de ocio nocturno, tiene desde entonces más presencia policial para evitar situaciones como la de esa pelea. El enfrentamiento alarmó a clientes y propietarios de locales. En la reyerta multitudinaria casi todos los jóvenes eran de fuera del pueblo.

Ayuntamiento, Policía Local, Mossos d’Esquadra, representantes de la asociación de locales de ocio Calafell la Nit y comerciantes que sufrieron daños en sus establecimientos por la pelea en la calle mantuvieron una reunión para estudiar medidas inmediatas para evitar que los desórdenes vayan a más.

Los locales pidieron más vigilancia y el Consistorio se comprometió a reforzar la presencia de agentes locales y también habrá un refuerzo de Mossos d’Esquadra. En este sentido, también se ha reforzado el control de horario de cierre de locales por su parte, el ruido que puedan generar por la música, que tengan las puertas cerradas o que impidan el acceso a los menores y que se les venda alcohol.

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