NO hay manera. El mercadillo queda
hecho un asco cada viernes. La brigada se pega una panzada de recoger
porquería porque algunos paradistas no respetan el reglamento y porque
la regidora de comercio no cumple con sus compromisos ni las promesas
que hizo en el pleno de enero de este año.
Eso
sí, seguramente la verán esta noche haciendo el paripé en las habaneras
a no ser que se vaya al quinto pino con el móvil apagado pasando de
todo, que de eso también es una especialista.