La venta ambulante ilegal es uno de los grandes problemas con los que tiene que lidiar la Costa Daurada cada verano. Y este año ha ido a más, coincidiendo con un descenso de visitantes y del volumen de ventas. Los comerciantes están hartos y piden soluciones serias. Que se apliquen las sanciones que tanto se anuncian. Y que alguien tome cartas en el asunto para arreglarlo de raíz.
Los ayuntamientos impulsan campañas para concienciar a la ciudadanía. Y las policías locales llevan a cabo acciones disuasorias para frenar la colocación de las mantas en los paseos. Pero también aseguran que están atados de pies y manos. Que no pueden hacer mucho más de lo que hacen, porque la normativa no les ampara.
Ante una realidad que va mucho más allá de la Costa Daurada, el municipio de Roses lanzó a principios de semana la petición de que se impulse una solución «de país» para tratar de frenar esta problemática. Un guante que recogen con gusto los ayuntamientos tarraconenses afectados por este tema. Y es que, hace apenas unos años, había una mesa donde se abordaba el tema de forma integral. Pero quedó en nada.
El Ayuntamiento de Vila-seca se posiciona «totalmente a favor» de reactivar esta mesa y abordar el problema junto a otros ayuntamientos y la Generalitat. «Hasta donde podemos, ya estamos trabajando como municipio, pero es una situación que afecta a todas las poblaciones turísticas y, por lo tanto, necesita una solución de país», dicen desde el consistorio.
En L’Hospitalet de l’Infant, la venta ambulante ilegal está muy concentrada en un día a la semana y en un lugar muy concreto. Se trata del mercadillo de los domingos, cuando los manteros instalan un segundo mercado paralelo.
Salou impulsa una campaña para informar de las multas por comprar en la venta ambulante ilegal. FOTO: Alfredo González
«Suscribo al 100% la idea de apostar por una solución de país. Es algo que se escapa de nuestras manos y que va mucho más allá. La solución no la tenemos nosotros, y debería irse a la raíz del problema», explica el alcalde de Vandellòs i l’Hospitalet de l’Infant, Alfons Garcia.
Garcia es consciente de que este año, el problema ha crecido. Hay más presencia de manteros. «Impulsamos campañas y acciones policiales. Pero no es un tema policial, sino social. Cuesta mucho que la gente se conciencie de lo que supone comprar en estos sitios. Las campañas son poco efectivas y las marcas tienen mucho ‘tirón’», remarca Garcia.
El edil recuerda que otros años se reunían a inicios de temporada ayuntamientos, comerciantes, policías locales y Mossos, para planificar las acciones en este campo. «Este año no se ha hecho por razones bastante obvias», remarca, en referencia a la situación política del país. Ahora que ya hay gobierno, cree que sería el momento de poner a cada uno en el lugar que le corresponde.
«Desde la persona que está atendiendo, a los comerciantes o a los compradores», señala. Está de acuerdo en aplicar sanciones. Pero considera que no es fácil de gestionar porque, «según cómo se haga, puede generar tensiones y alterar el ambiente». Garcia, asimismo, opina que puede ser una solución pero no «la solución». «Sería interesante reunirnos para trabajar con tiempo y con proporción para poder abordar el tema», remarca.
La frontera entre Cambrils y Salou, en la zona del Cap de Sant Pere, es uno de los lugares que más volumen de manteros concentra. El problema este año también ha crecido. «Hay que atacar por tierra, mar y aire. Cualquier acción la entendemos como positiva porque ahora la cosa está muy mal», señala el presidente de la Unió de Botiguers de Cambrils, Enrique Arce, quien también insiste en que «reunirse siempre está bien pero si se queda en una reunión para hacerse la foto y no se aplica nada, no va a servir»...
Y es que al problema se le suma que el mes de agosto, a nivel de ventas, ha sido más flojo. «Nefasto. El que ha venido tiene menos nivel económico que otros años y gasta menos. Y además la presencia de los manteros ha crecido, porque los vendedores ilegales han visto que tienen la zona ganada militarmente. Así de claro», asegura.
En la línea de lo que señalaba el la semana pasada el presidente de la Associació 365 dies Salou Vila Comercial en una entrevista al Diari, Arce tiene claro que «se debería multar, como en cualquier país serio. Todo lo que se haga para ponérselo difícil nos parecería bien», insiste. Y se muestra crítico con el Ayuntamiento.
Critica su pasividad y le acusa de no haberse puesto serio «en absoluto». Cree que debería haber una estrategia de continuidad y lamenta que este año ya está perdido. Vilaplana, desde Salou, remarcaba la importancia de multar. «Con informar no es suficiente. Hay que ir más allá. Si la gente no comprara, no habría top manta», dijo.
Por su parte, el consistorio cambrilense no se ha manifestado aún respecto a la petición de reclamar conjuntamente una solución de país. Aun así, cuando la problemática creció, a principios de temporada, intensificó los dispositivos policiales con el fin de disuadir su presencia en la zona del Cap de Sant Pere. También impulsa acciones informativas. Pero los vendedores siguen allí y, de hecho, este año ha empeorado.
Por su parte, el Ayuntamiento de Salou arrancó la semana pasada una campaña de concienciación ciudadana ante un fenómeno que ha experimentado cierto repunte. El concejal de Seguretat Ciutadana, David González, recuerda también la mesa de seguimiento que se convocó con el Síndic, representantes de ayuntamientos y de cuerpos de seguridad. Pero lamenta que tampoco dieron muchos resultados.
«Cada municipio tiene problemas y realidades distintas y lo abordar de forma diferente», dijo el edil. En Miami Platja, el lugar donde se concentra la venta ambulante ilegal es el Passeig Marítim y también se van impulsando acciones.
En paralelo, se organizan jornadas para analizar y debatir sobre el fenómeno. Mientras tanto, las partes implicadas esperan que alguien, quien sea que tenga la solución en su mano, tome al fin cartas en el asunto.