Salgo de mi ostracismo para hacer una entrada en la cual quiero dejar claros un par de conceptos: prestaciones y ahorro.
El marxismo, es la ideología que practicamos durante décadas mis difuntos hermanos y yo, que también estoy criando malvas pero me dirijo a ustedes con escritos póstumos (ya saben, esos que se escriben después de muerto). El marxismo es el absurdo, el sinsentido y el despiporre puro.
Estos de arriba podrían ser perfectamente los que lucen sus nombres en las sillas. Y hacer una película absurda que no tendría nada de cómica. Porque van de mal en peor y tiro porque me toca.
Resulta que me entero de que el excelentísimo ayuntamiento de Calafell, aldea castigada por la incompetencia y el caciquismo desde hace mucho tiempo, ha decidido practicar una extrañísima versión del ahorro que consiste en gastar más.
Ahorro/Ahorrar = 1 no malgastar algo 2 reservar parte del dinero disponible
Prestaciones = rendimiento o características técnicas
Pues bien, en Calafell, después de que hace meses se explicó en este insigne blog que las facturas de telefonía de nuestro ayuntamiento son un pozo sin fondo, veo que ese fondo tiende a infinito y parece que les da igual.
Hace meses que Olga Elvira despidió a Xavier Gil, que se ocupaba de telefonía, entre otras cosas. Él era el único empleado de la concejalía de nuevas tecnologías. Olga se lo cargó y la concejalía desapareció. Pero no contenta con ello, le pasó el muerto de telefonía a Serveis Econòmics (Hacienda Municipal, para entendernos). Y yo esperaba que por lo menos habría un ahorro considerable en el gasto telefónico.
Pues no. Sacaron a concurso telefonía móvil y fija y resulta que nos saldrá más caro el nuevo contrato. 450 euros al mes en total. Esto no pasa ni en la peor de mis películas. La concejala responsable de los billetes ha confundido ahorro con prestaciones y ahora en conjunto pagaremos más porque nos suben el precio en telefonía fija aunque ellos tendrán un ADSL más chulo y lo que se ahorra en un descuento ridículo al mes en móvil, se pierde en fijo puesto que será más caro el contrato de ambas telefonías (fija y móvil).
Ha confundido ahorro con prestaciones en fijo y eso es como ir al taller a que te afinen el coche para que consuma menos y ahorres dinero y, luego, a la hora de la verdad, meterle un turbocompresor que gastará más y correrás más. ¿Dónde está el ahorro? ¿eso es mirar por el dinero de todos?
Lo mismo pasa con el balizamiento de las playas. Está apareciendo muchas veces Cunit en este blog, creo que demasiadas, pero no porque aburra, sino porque le están dando un repaso a Calafell, un repaso de órdago. En ahorro, en hacer las cosas, en rapidez de actuación. Y que conste que la alcaldesa de Cunit también es convergente, así que no me digan que hago política, porque ya saben qué pienso yo de la política:
Esto último en Calafell lo hacen a la perfección. Un diagnóstico falso y los remedios equivocados.
Mientras que Cunit contrata directamente a personal y se ahorra una pasta gansa para poner las balizas en la playa este verano, en Calafell nos va a salir más caro.
Me pregunto para qué diantre tenemos a estos cuatro figuras, primeras espadas del absurdo (Olivella, Elvira, López y Jiménez) si al final para lo que han servido es para que no ahorremos, más bien para todo lo contrario.
Estos de arriba podrían ser perfectamente los que lucen sus nombres en las sillas. Y hacer una película absurda que no tendría nada de cómica. Porque van de mal en peor y tiro porque me toca.
Resulta que me entero de que el excelentísimo ayuntamiento de Calafell, aldea castigada por la incompetencia y el caciquismo desde hace mucho tiempo, ha decidido practicar una extrañísima versión del ahorro que consiste en gastar más.
Ahorro/Ahorrar = 1 no malgastar algo 2 reservar parte del dinero disponible
Prestaciones = rendimiento o características técnicas
Pues bien, en Calafell, después de que hace meses se explicó en este insigne blog que las facturas de telefonía de nuestro ayuntamiento son un pozo sin fondo, veo que ese fondo tiende a infinito y parece que les da igual.
Hace meses que Olga Elvira despidió a Xavier Gil, que se ocupaba de telefonía, entre otras cosas. Él era el único empleado de la concejalía de nuevas tecnologías. Olga se lo cargó y la concejalía desapareció. Pero no contenta con ello, le pasó el muerto de telefonía a Serveis Econòmics (Hacienda Municipal, para entendernos). Y yo esperaba que por lo menos habría un ahorro considerable en el gasto telefónico.
Pues no. Sacaron a concurso telefonía móvil y fija y resulta que nos saldrá más caro el nuevo contrato. 450 euros al mes en total. Esto no pasa ni en la peor de mis películas. La concejala responsable de los billetes ha confundido ahorro con prestaciones y ahora en conjunto pagaremos más porque nos suben el precio en telefonía fija aunque ellos tendrán un ADSL más chulo y lo que se ahorra en un descuento ridículo al mes en móvil, se pierde en fijo puesto que será más caro el contrato de ambas telefonías (fija y móvil).
Ha confundido ahorro con prestaciones en fijo y eso es como ir al taller a que te afinen el coche para que consuma menos y ahorres dinero y, luego, a la hora de la verdad, meterle un turbocompresor que gastará más y correrás más. ¿Dónde está el ahorro? ¿eso es mirar por el dinero de todos?
"La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados"
Esto último en Calafell lo hacen a la perfección. Un diagnóstico falso y los remedios equivocados.
Mientras que Cunit contrata directamente a personal y se ahorra una pasta gansa para poner las balizas en la playa este verano, en Calafell nos va a salir más caro.
Me pregunto para qué diantre tenemos a estos cuatro figuras, primeras espadas del absurdo (Olivella, Elvira, López y Jiménez) si al final para lo que han servido es para que no ahorremos, más bien para todo lo contrario.