Mal andan las cosas por la regiduría de comercio. En diciembre del año pasado, de manera arbitraria, Olga Elvira despidió a un trabajador, el único que llevaba nuevas tecnologías con lo que, de facto, desapareció como regiduría.
En enero de este año la jueza dió la razón al trabajador, en esta sentencia que se publicó en el blog.
Pues bien, el ayuntamiento como el que oye llover. Elvira incluso le negó al trabajador que ella lo hubiera despedido con el subterfugio de ''amortización de plaza''. Pero no es así, ella misma redactó el informe técnico que envió a Cristina Galindo (recursos humanos) pidiendo que se despidiera al trabajador (aka "amortizar plaza"), el 4 de diciembre de 2012.
El trabajador recurrió y siguió el procedimiento legal. La jueza le dió la razón y, además de la sentencia, el pasado 16 de abril la jueza emite un auto donde dice que de forma cautelar debe readmitirse al trabajador de manera inmediata.
Y ¿qué ha hecho Olga Elvira? pues, como siempre, anteponer sus intereses personales a los del ayuntamiento y, en este caso, a la decisión de una jueza. El trabajador sigue sin ser readmitido.
El tema se ha tratado en la última junta de gobierno donde Elvira dijo textualmente "yo no lo quiero". Cabe interponer un recurso pero el trabajador debería haber sido readmitido ya en su puesto porque, a no ser que vivamos en otro país, en España lo que dice una jueza, va a misa.
El tema se ha tratado en la última junta de gobierno donde Elvira dijo textualmente "yo no lo quiero". Cabe interponer un recurso pero el trabajador debería haber sido readmitido ya en su puesto porque, a no ser que vivamos en otro país, en España lo que dice una jueza, va a misa.