Casi cada vez que llueve con intensidad, tenemos unos problemas en Calafell que son motivo de quejas, más que justificadas. Sin embargo, desde 2015, se propusieron hacer un plan de pluviales para ir paliando de manera paulatina los efectos de las avenidas de agua.
Hace 8 meses publicamos un vídeo con contenedores bajando por las calles, flotando, que lleva algo más de 11.000 reproducciones. Desde que el blog existe, los primeros administradores ponían vídeos en youtuve y ahora los ponemos directamente en facebook. Y eso es cada vez que llueve con intensidad.
El plan de pluviales está en marcha, se van haciendo trabajos, progresivamente. Los dos últimos son para la calle Pescador en Calafell y para la parte baja del torrente de la Casa Nova, en Segur de Calafell. Es una de las principales actuaciones del plan de choque contra los efectos de los aguaceros en el municipio y ha recaído en Sorea, que hará los trabajos por un importe de 78.735,29 euros (IVA incluido) y un plazo de ejecución de seis semanas.
El tramo de torrente donde se trabajará es el comprendido entre la calle Andorra y la carretera C-31. El objetivo es retener el caudal de los ríos en un punto crítico, ya que aguas abajo, pasada la carretera y la vía del tren, se producen importantes inundaciones. La obra que habría que hacer en este lugar tiene un coste muy elevado y no depende del Ayuntamiento, pero existe la posibilidad de paliar el problema reteniendo la riada aguas arriba y soltando el caudal poco a poco.
Por ello, se construirán gaviones, unas tomas de retención que contienen el agua que baja, como las que ya hay desde hace años en el torrente de la Casa Vieja, también justo antes de llegar a la carretera. El Ayuntamiento apuesta por esta fórmula para que, con poco coste, se consiga un resultado muy eficaz. El concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Perín, explicó que un depósito subterráneo costó cerca de un millón de euros y un gavión, mucho menos, unos 30.000, pero la capacidad de controlar la inundación es prácticamente la misma.
También se hará un arenal, un tanque que reduce la velocidad del agua que baja y hace que, por decantación, una parte de los materiales sólidos que arrastra se deposite y no atasque conducciones que pueda haber más abajo. Asimismo, se cubrirá el tramo entre la carretera y la vía del tren. Y se construirá un deflector de caudal, que desviará parte de la torrente hacia desagües subterráneos de otras calles, de forma que el agua se repartirá y no saldrá por un solo punto.
Otra actuación prevista en el proyecto es la limpieza a fondo del paso del torrente por debajo de la C-31. Es una de las medidas generales del plan de choque contra las inundaciones, porque una parte del problema es la suciedad acumulada, que disminuye hasta más del 50% la capacidad de desagüe. Según Perín, "hay mucha inversión hecha en la prevención de las inundaciones, pero algunas obras no funcionan a pleno rendimiento. Por ello, con un buen mantenimiento y poca inversión se podrá lograr una mejora importante ".
Esta obra se hace con una subvención de 47.436,38 euros de la Agencia Catalana del Agua, que cubre una parte importante del coste.
El tramo de torrente donde se trabajará es el comprendido entre la calle Andorra y la carretera C-31. El objetivo es retener el caudal de los ríos en un punto crítico, ya que aguas abajo, pasada la carretera y la vía del tren, se producen importantes inundaciones. La obra que habría que hacer en este lugar tiene un coste muy elevado y no depende del Ayuntamiento, pero existe la posibilidad de paliar el problema reteniendo la riada aguas arriba y soltando el caudal poco a poco.
Por ello, se construirán gaviones, unas tomas de retención que contienen el agua que baja, como las que ya hay desde hace años en el torrente de la Casa Vieja, también justo antes de llegar a la carretera. El Ayuntamiento apuesta por esta fórmula para que, con poco coste, se consiga un resultado muy eficaz. El concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Perín, explicó que un depósito subterráneo costó cerca de un millón de euros y un gavión, mucho menos, unos 30.000, pero la capacidad de controlar la inundación es prácticamente la misma.
También se hará un arenal, un tanque que reduce la velocidad del agua que baja y hace que, por decantación, una parte de los materiales sólidos que arrastra se deposite y no atasque conducciones que pueda haber más abajo. Asimismo, se cubrirá el tramo entre la carretera y la vía del tren. Y se construirá un deflector de caudal, que desviará parte de la torrente hacia desagües subterráneos de otras calles, de forma que el agua se repartirá y no saldrá por un solo punto.
Otra actuación prevista en el proyecto es la limpieza a fondo del paso del torrente por debajo de la C-31. Es una de las medidas generales del plan de choque contra las inundaciones, porque una parte del problema es la suciedad acumulada, que disminuye hasta más del 50% la capacidad de desagüe. Según Perín, "hay mucha inversión hecha en la prevención de las inundaciones, pero algunas obras no funcionan a pleno rendimiento. Por ello, con un buen mantenimiento y poca inversión se podrá lograr una mejora importante ".
Esta obra se hace con una subvención de 47.436,38 euros de la Agencia Catalana del Agua, que cubre una parte importante del coste.
Respecto a la calle Pescador, el Ayuntamiento convocó a los vecinos de las calles del Pescador y de la Barca, de la Playa de #Calafell, el pasado día 21, para exponer el proyecto para paliar la inundabilidad en esta zona. Lo más rápidamente posible se hará la primera de las tres fases de las obras. Esta primera actuación permitirá mejorar la capacidad de captación de los desagües, porque ahora mucha agua se encharca antes de llegar a los tubos.
La afectación de los aguaceros en Segur es histórica. Algunos creen que es porque se han urbanizado muchas calles y ahora la montaña no retiene agua. No, no es del todo cierto. En los años 60 y 70, cuando no había casi nada edificado, el agua bajaba con mucha fuerza y las inundaciones ya eran importantes. El problema es porque desde la montaña hacia la playa hay una pendiente fuerte y el arquitecto que diseñó las calles de Segur, M.Baldrich, lo hizo sobre plano (y en Madrid) y aunque se conservó la riera natural, no se tuvo en cuenta las pendientes ni un sistema de desagüe eficiente.
En este mandato se está trabajando en ello. En el anterior (2011-15), el alcalde ni siquiera fue a visitar a los vecinos en el peor día de inundaciones que se recuerda en lustros. En el anterior (2007-11) se hizo un colector de aguas pluviales en calle Rhin pero llevaba "sorpresa" escondida en el proyecto, el polémico carril bici.
Desde los tiempos en que Triadó era alcalde y repetía un mandato tras otro, no se habían acometido las obras invisibles. Triadó las llama así porque aunque son necesarias, están soterradas y nadie las ve... hasta que llueve y se acuerdan.
La vía del tren es otro problema. Lleva ahí desde el siglo XIX y actúa como barrera, provocando inundaciones. Todo esto, no es una cuestión que se resuelva en breve. Se van a necesitar muchos años porque la envergadura de las obras y el coste económico son elevadísimos.
