El caso de Calafell es paradigmático. En el último padrón hay registrados, según datos del Idescat, 25.444 personas. La realidad es otra; existen varios medidores para indicar la población, como el consumo eléctrico, la recogida de residuos y las gestiones administrativas que gestiona el ayuntamiento, entre otros.
La población flotante de Calafell se acerca a 50.000 personas. Este 50% no empadronado, evidentemente que paga IBI, agua, basuras... pero no se empadrona por diferentes motivos. Y Calafell deja de percibir del Estado 5.000.000 de euros por este motivo. Para que se hagan una idea, cuando subieron el IBI en 2011, un 10% acogiéndose a un decreto del gobierno de M. Rajoy, eso supuso 2 millones de euros más al año (8 milones en 4 años de mandato para destinar a inversiones). Si la población real estuviese empadronada, en un mandato se podría contar con 20 millones de euros adicionales, que es algo más del 50% del presupuesto anual de Calafell.
Y en temporada alta, las cifras se disparan. Calafell pasa a tener más de 100.000 personas a las que hay que faciitar transporte público, seguridad, que también consumen agua y generan muchos residuos y los servicios del ayuntamiento, simple y llanamente, son los que son y aunque se refuerzan (y se hacen horas extra) no se llega a todo.
Aquí lo explica el Diari de forma detallada.