Estos días, tormenta va tormenta viene, se nota aún más el cacao de gent(uza)e que pulula por aquí. No están en la playa, están en la calle, en la carretera, en una cola eterna de ida y vuelta al supermercado. Como motero que soy, raro es el díaque no estoy a punto de comerme algún vehículo que sale sin mirar -expresamente- o tengo la sensación de ser invisible a los frikis que confunden el coche con un arma.
Pero ya queda menos de esa tortura, en cuestión de 1 semana, nuevamente se habrán ido todos a tomar por aquello donde la espalda pierde su respetuoso nombre.
Aleluya.
Pero ya queda menos de esa tortura, en cuestión de 1 semana, nuevamente se habrán ido todos a tomar por aquello donde la espalda pierde su respetuoso nombre.
Aleluya.