El truco es fácil. Simplemente se colocan en el límite entre un municipio y otro o bien preparados para meterse playa adentro. De esta forma pueden evitar a la policía. En las fotos, que se tomaron de tapadillo, los pueden ver. Y es que, ahora ya no sólo agreden a los agentes, a pedradas, también se han envalentonado y cuidadito con hacerles fotos. Tienen siempre a alguien vigilando la posible presencia de patrullas y listos para salir corriendo. Gracias, Makoke, por las fotos.