domingo, 14 de agosto de 2011

Limpieza política.

Éste texto no pretende hablar de ningún partido, pero reconocerán algunas referencias que Uds. relacionarán indefectíblemente con alguno de ellos. Tienen caracter demostrativo para la explicación del propio texto.
Por ejemplo:
"Esto no es una crisis. Es una ralentización del avance económico del país."
Otra.
"Los españoles lo que quieren es un avance de las elecciones."

Querría explicar éste tipo de manipulación linguística.
En el primer caso, se desmiente, sin desmentir, y se le cambia el nombre a algo evidente, poniéndole uno menos doloso para los intereses de quien lo dice.
En el segundo se pone en boca de todos los españoles un mensaje, que conviene también a quien lo emite.

Esto no es serio señores. Es venta de la mala.
Lo mismo ocurre cuando se esquiva una pregunta concreta, dando una respuesta eludiendo la pregunta que el interlocutor realiza.
Cuando esto ocurre, da la impresión de que los que lo dicen, parecen poco preocupados por los que escuchan, y creen (con razón) que convencen a los que están dispuestos a aplaudir cualquier cosa que digan los que son de sus partidos. Que cuando lo hacen, aplauden como el que lo hace a un ídolo, no a alguien que es un simple político.
Sí, he dicho simple político a propósito. Porque también son ciudadanos que también pagan sus impuestos, o deberían.

Ni que decir tiene ya el tema económico.
En el peor de los casos estafan y hacen uso de la ya tan lamentablemente oida corrupción.
En el mejor de ellos son personas que tienen un sueldo fijo, asegurado por cuatro años, y que al hablar denotan un distanciamiento del mundo real que les desacredita.
Creo que la corrupción es minoritaria entre la clase política, y seguramente habrá muchos políticos honrados. Sin embargo los casos conocidos, son suficientes como para que la población esté indignada con ello.
Pero no solo indignados por los casos de corrupción.
Las condiciones establecidas que son legales también indignan.
Las diferencias en sueldos, en cotizaciones a la seguridad social, y el oscurantismo de las condiciones económicas de los políticos durante años, han mellado enormemente su credibilidad.

Los políticos en general, tendrían que adoptar medidas que pongan al descubierto, y a la vista de la población sus condiciones economicas para la tranquilidad de la ciudadanía, y en pro de la ganancia de la credibilidad que tanto necesitan.
También tendrían que adoptar algunas medidas que den voz a la opinión de la población.

Listas abiertas es una de ellas.

Otro caso diferenciador es cuando un político hace algo mal. Como humanos pueden equivocarse sí, sin embargo no les echan sin opción como nos pasa a cualquiera de nosotros en nuestros trabajos. En el peor de los casos les dan la oportunidad de irse. Y no todos los políticos las aprovechan, pues algunos se pegan a sus sillas como leones truene o granice.

La gente está cansada. Piden opciones y equiparación entre la clase política y el resto de los ciudadanos "normales".

Si los políticos no escuchan estas premisas, que la población ya se ha lanzado a la calle a exigir, dudo mucho que consigan credibilidad y honestidad. Bien por el contrario se aumentará la desafección que la ciudadanía les dispensa.

Creo que precísamente, habiendo pasado ya las elecciones, los partidos tendrían que empezar a pronunciarse en pro o en contra de éste tipo de medidas ahora, para que las próximas elecciones sean más libres, más límpias y mas convenientes. Y que esos pronunciamientos constituyan ya desde hoy propósitos en sus líneas de actuación.

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