sábado, 9 de marzo de 2013

Matar al mensajero en Calafell


Matar al mensajero.

Hoy día todos tenemos claro que aquel que da a conocer las novedades no es el culpable de su contenido.

Antaño no; los mensajeros llevaban las nuevas, con un riesgo muy alto para su vida, tanto si eran capturados por enemigos como si la información que portaban no era buena. Sí, en la antigüedad “matar al mensajero” no era una frase hecha, se correspondía con la realidad, pues los que portaban malas noticias para las autoridades, perdían la vida. En la Edad Media, la costumbre fue suavizándose, pues sólo se los torturaba en función de la gravedad de la noticia.
Utilizaban a esclavos o reos sentenciados, obviamente, puesto que debía ser difícil que a nadie se le ocurriera dedicarse a cartero. Muchos mensajes no llegaban porque el mensajero se pasaba al enemigo o bien se perdía para no volver a aparecer ante el negro panorama que se le presentaba.


Siglos más tarde, durante los negros años de la Alemania nazi, el sentido del mensaje cambió. Ya no se enviaba un mensajero a llevar buenas o malas noticias. Al contrario, eran las noticias las que se daban a los ciudadanos, a través de un departamento de propaganda comandado por Joseph Goebbels. Noticias falsas, manipuladas. Para sembrar el odio hacia los judíos, por ejemplo. Goebbels tenía una máxima "miente, miente que algo quedará". Su cita favorita era "una mentira repetida mil veces se convierte en una realidad.

Vale, no me enrollo más, pero esto es para ponerles en situación porque escuchando el pleno del pasado 28 de febrero me llevé una sorpresa, o una decepción, escuchando a Olivella utilizando los mismos métodos de los antiguos y de Goebbels: matar al mensajero y citar el 'miente que algo queda'.

Escucharán en el video cómo la culpa de que no venga el turismo a Calafell la tiene "EL CASO DE CALAFELL", un rotativo de tirada diaria que en otros ámbitos fuera del ayuntamiento de Calafell es conocido como Diari de Tarragona y tiene decenas de miles de lectores. Parece ser que todas las noticias que publica, que no son del agrado del alcalde, deben ser condenadas y son las responsables de que el turismo no vaya a venir a disfrutar de nuestras grandes sardinadas y otros eventos de fama mundial, y también es culpable de que los rusos se vayan a Cambrils a fundirse el money.

Esto, de boca de un alcalde, es tan surrealista como escuchar a un Bárcenas decir que la culpa de su mala imagen es de La Sexta y hay que matar al Gran Wyoming (a Sandra Sabatés no, por favor). Y que es mejor no saber nada de nada, por el bien de la política, que conocer al dedillo los escándalos e incompetencias que la salpican.
El alcalde tiene obsesión con "El Caso de Calafell" (y también con este blog). Lo sorprendente es que el blog dicen todos que no se lo miran, pero luego hablan de él como si de Satanás se tratase. Y Olivella ha llegado, en dos ocasiones, a dedicarse a despotricar  en una reunión con los 5 presidentes de las asociaciones vecinales de Segur, hablando pestes del Diari y del blog. Es rayano en la demencia.



La culpa es de los demás

Parece ser que también le parece a su ilustrísima Olivella que publicar, bien documentado, cualquier artículo sobre caravanistas, sobre detenciones de deportistas que quieren cobrar su deuda, sobre casas okupadas, sobre regidores flipados, o tener que ir al cementerio con escolta, sobre no tener nada nuevo sobre el paso soterrado y que se enteren los vecinos antes por el Diari que por boca del alcalde, sobre zapatos colgantes que llevan más de dos meses en un cable y nadie pasa a quitarlos (ahí siguen), sobre un cuadro donado por un restaurador y que el ayuntamiento tiene lleno de porquería, sobre empresarios del sector turístico que se quejan de que no les dejan participar, sobre la condena por no reconocer a un empleado su categoría profesional durante años, sobre un policía que parece ser que se lleva aluminio del depósito, sobre el mercamanta ilegal de cada viernes, sobre problemas de seguridad ciudadana, sobre... pues, decía yo, que parece que todo esto es culpa del mensajero, de la prensa, la que hay que torturar o matar y decir públicamente en un pleno lo que ha dicho el alcalde. Pero es que son todos: TVE, Telecinco, Antena 3, Canal 3/24, ABC, Agencia EFE, El Periódico. En todos estos medios de comunicación, sólo en el último mes, ha aparecido Calafell por uno u otro motivo, nada que ver con las notas de prensa que les envía el ayuntamiento.

"Noticia es aquello que alguien no quiere que se sepa. Todo lo demás es propaganda", dice un buen amigo mío. Este alcalde es el mismo que disfrutaba de lo lindo cuando en prensa se hacía lo que debe hacerse, buscar la noticia y publicarla, pero ¡ah! era en tiempos del anterior alcalde, Sánchez. Sin embargo, las noticias deben juzgarse de forma objetiva, no como en la feria, de la que cada cual habla según le va en ella. Los mismos medios que critica el alcalde son los que ellos publican corriendo en su blog cuando la noticia es favorable a sus intereses políticos, como la publicación que hizo el PSC de datos de Mar Giné. Ahí les faltó tiempo.

No se puede ser así. No, al menos siendo alcalde de todos los de Calafell. Los que le han votado y los que no. Lo que hay que hacer es recibir bien a los caravanistas, si en 48 horas no da tiempo a ubicar 18 autocaravanas, apaga y vámonos. Se han de limpiar los pasos, se han de quitar los zapatos colgantes, se ha de reconocer la categoría de un empleado que ha puesto un contencioso en lugar de despedirlo en pleno proceso judicial, se ha de controlar el depósito municipal, se ha de... Hay que hacer las cosas bien en lugar de echar las culpas a los mensajeros.


Y tú más

El camino fácil es el "y tú más" y el victimismo. No hay pleno en que unos y otros no se echen los trastos a la cabeza, recordando el pasado. "Tú también lo hacías, y lo hacías más" ¡Qué gran recurso!. O el tan manido "es que ¿cómo va a venir el turismo si aparecen estas cosas en los periódicos?".


Esto lo dice un alcalde que hizo colgar una esquela a su alcalde de CIU, Triadó, en el Diari del Baix Penedès. El mismo alcalde que se dedicaba a enviar notas de prensa a los medios cuando estaba en la oposición, con títulos tan sugerentes como "pobre senyor Parera", "se nos rompió el amor" en las que trataba de mostrar un Calafell abandonado y un gobierno roto, sin control, donde primaban los intereses personales. No le quito la razón en eso, simplemente pienso que si tú has practicado esa técnica ahora no puedes rasgarte las vestiduras cuando tú mismo lo provocas. Si la medicina que repartiste se vuelve contra tí, tómatela con paciencia y sin pataletas. Es cuestión de dignidad.

Hace unos años escuchaba al alcalde Sánchez decir en un pleno "a ningú no li agrada veure's ridiculitzat en un blog", hace pocos meses me reconoció que ahora se ríe al leer este blog; mientras, vecinos estupefactos escuchan a Olivella despotricar en una reunión con las asociaciones de Segur sobre este mismo blog, casi toda la reunión hablando del blog. No lo entiendo, si hasta hace 2 años le encantaba y lo aplaudía. Nosotros no hemos cambiado la línea a seguir. Y la siguiente reunión, el pasado martes, hablando de que un periodista se adelantó publicando sobre el paso soterrado lo que él iba a explicar a los  vecinos y se había quedado sin nadar que decir. Surrealista.

Pues lo mismo sobre los medios de prensa. No acabo de entender cómo es posible que se valoren las noticias según quién gobierna y no según lo que enseñan en realidad. No dice mucho en favor del que, públicamente, se indigna porque muestran lo que realmente le gustaría tapar.

Si no le gustan los blogs no es porque digan mentiras, es porque en todos salen cosas que no les favorecen políticamente.
Si no le gustan los medios de comunicación es porque tienen mucha difusión y publicando lo que sucede aquí su carrera política se ve afectada. No es por la imagen de Calafell, él era el primero en promocionarla negativamente para que favoreciera sus intereses políticos.

Y es que a los políticos, por desgracia, les preocupa mucho su imagen. No suelen mirar más allá de 4 años vista. Piensan en la reelección. Si no fuese así, ya sabríamos que se han quitado los zapatos colgantes, se ha habilitado espacio para autocaravanistas (que tienen pasta), se han corregido errores, los regidores no se van de feria cuando está en juego la candidatura de Calafell para los Juegos, se ha vuelto a convocar a los empresarios con urgencia, no se permite que un iluminado se largue varios meses a buscarse a sí mismo cobrando a fin de mes y un largo etcétera de cosas por las que se pasa de puntillas.



Espías de baratillo

Gran parte de esta polémica ha surgido por la publicación de esta fotografía en el blog, que posteriormente apareció en prensa; foto a la que el alcalde no quiere dar ninguna importancia. No, desde luego que no. Sólo con verla se puede deducir inmediatamente que se tomó durante la xatonada de Calafell. Miren los platos de barro, las 'xatonadas', las señoras preparando las raciones, los niños aprendiendo a hacer ese plato tan nuestro, el alcalde estrechando manos y sonriendo a las abuelas, la regidora de turismo haciendo un discurso sobre dinamizar el municipio ¿cómo? ¿que no los ven?

Sí, la foto del fotógrafo oficial del ayunta-miento, es de espía Mortadelo y Filemón. Igual que se dedicó a tirar fotos de los vecinos que abuchearon al alcalde el 28 de septiembre, día de la fiesta mayor, porque hubo un nuevo atropello y ni había paso soterrado, ni se sabía nada, ni se sabe. Sabe más el "caso de Calafell" que el propio alcalde, sobre el paso.

Es todo surrealista. Digno de película de Santiago Segura "Torrente IV, Calafellgate". Sin embargo, lo mejor, lo que más buena imagen da de una población es que la regidora de turismo sea capaz de decir en un pleno que... bueno... esto del hockey, que causó sensación. ¡¡¡ Qué imagen !!!


Y luego le echan la culpa del ridículo a los medios...

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