Miren la imagen... (la de Clavero, no; la imagen en general)... Una cola de abueletes va recogiendo de manos del alcalde una bolsa con viandas para celebrar la Festa de la Gent Gran en el Pavelló Joan Ortoll.
Clavero con cara de circunstancias, Verge, Maria (fiel seguidora y colaboradora del blog, al que aprecia muchísimo) y el alcalde al fondo, dando bolsas como un poseído. Miren su cara.
¿De qué va el rollo? Pues que asistieron unas 500 personas a esta celebración y la gran ocurrencia de Olivella fue que él (jo, jo i només jo) los haría desfilar de uno en uno y le daría a cada iaio su bolsa en mano con fotito incluída:
- Hoola, jo sóc l'alcalde, jejeje
- Holaa, jo sóc l'alcaldee, ehh
- Hola, jo sóc l'alcalde
- Hele, je séc l'elcelde
- Hili, ji síc l'ilcildi
- Holo, jo sóc l'olcoldo
- Holo, jo sóc l'olcoldo
- Hulu, ju suc l' ulculdu
Así que obligaron a los abuelitos a hacer una larga fila india fuera. Al principio de la fila les esperaba la luz, el alma suprema, el ilustre prócer, el... el capullo del alcalde que sólo mira por él, ya que los pobres abuelos llegaban achicharraos a recoger su bolsa porque les hicieron hacer la cola en la entrada y estaban todos afuera, a pleno sol, cayendo una solana de justicia, todos fritos esperando a que Olivo I el Fotografiado, les entregara su bolsa.
Bolsa, deme la mano, béseme, jo sóc l' alcalde
(Siguienteeee)
y el jubilata, clic, clic, clic, clic (o $ $ $ $ $)
Con tanta cola, tanta parafernalia, tanto calor... Más de un abuelete, con razón, se encaró con el alcalde, visiblemente cabreado. Es que no puede ser.
¿Cómo? ¡ah!... no nada, que me dicen que parece que esto no lo han informado en el patufet ni en la web del achuntameng...