El
Ayuntamiento de Calafell ha salido al paso de las informaciones sobre
el caso de la Masía de Cal Perotet, reiterando que su actuación ha sido
siempre en defensa del interés público y ajustada a ley.
Una reciente sentencia ha confirmado que el cambio de uso de la finca
se hizo correctamente, y sin ocultar ninguna información a la Comisión
territorial de Urbanismo, en el marco de la revisión del Plan General de
hace unos años.
El
alcalde de Calafell, Ramon Ferré, manifestó que "volveremos a explicar
todo esto en el juzgado, en este caso en la vista oral, con la máxima
claridad, confianza y colaboración".
Añadió que "estamos acusados no por haber actuado incorrectamente o
ilegalmente, que eso ya hay una sentencia que dice que no, sino en
realidad por haber defendido edificios y espacios catalogados del
patrimonio histórico de Calafell".
El
Ayuntamiento ha querido expresar también que no se sorprende de estas
querellas, ya que la empresa, Sunway, y su administrador, Leo Stobër, se
dedican desde hace años a presentar denuncias a un montón de municipios
de media España, a raíz de proyectos inmobiliarios fallidos (ver artículo Diari de Tarragona de julio de 2014).
En
el caso de Calafell, las querellas por el caso de Cal Perotet habían
sido archivadas inicialmente por el juzgado, pero fueron reabiertas por
un recurso de la empresa denunciante ante la Audiencia Provincial. "Desde aquel día ya sabíamos que esto iría a juicio. Y todo el tiempo hemos mantenido la tranquilidad de espíritu de haber
hecho las cosas bien, como los propios tribunales han ratificado ", dice
el alcalde.
Además
del alcalde, que era concejal de Urbanismo en el mandato 2007-2011, hay
acusados también el antiguo alcalde Jordi Sánchez, y el jefe del
departamento de Urbanismo del Ayuntamiento.