Comentaba hace poco en otro artículo que una señora se dirigió a los urbanos multadores del reino, en la calle Ebro, para decirles que había dos farolas hechas polvo, listas para que se electrocutara algún niño.
Una amable lectora me ha mandado hoy 3 fotos que me han dejado patidifuso. El domingo, el tema seguía igual según parece, pero los urbanos van pasando y pasando, se les dijo el qué y no han hecho nada. Ver las fotos es alucinante, tercermundista y vergonzoso. Y espantoso.
Recuerde... "al servicio del ciudadano".