
Ayer por la noche un sargento, por orden del alcalde, fue llamando a los agentes libres UNO X UNO, para ver si iban a ir a trabajar o no y hacer horas extras. ¿Se llama coacción o era una llamada informativa? Igual era un serie de llamadas informativas vocacionales...
Clavero está hasta el gorro, su teatrillo de dimisión es para que le vayan detrás, el prestigio entre la plantilla ya lo ha perdido y le tienen ojeriza por sus desplantes.
Y ahora lo mejor.

Esta tarde, a las seis menos cuarto, justo 45 minutos antes del pregón, en que la policía ya tiene lista hasta la pancarta para manifestarse, se ha convocado a toda prisa una asamblea general de la policía en que los representantes sindicales quieren hablar a los agentes sobre las promesas que les la hecho el alcalde. Ahora parece ser que milagrosamente SI HAY DINERO para horas extras. Esto es como cuando uno se larga de una empresa y entonces le ofrecen más sueldo. A ver ¿me estabas tomando el pelo antes o me lo estás tomando ahora? pues lo mismo. A ver ahora cómo se traduce esta serie de promesas en acuerdos y si no sucede como, lamentablemente ya ha ocurrido antes, pasado el carnaval volveremos a ver lo mismo pero con el papel de los sindicalistas tocado.
Y ahora, los recortes de prensa de hoy que no tienen desperdicio. Se han cubierto de gloria, han hecho famoso el carnaval del carnaval. Porque esto ha sido una carnavalada. Qué ridículo.