Esta es la historia de cómo se ha llegado a la situación actual de chiringuitos en Calafell, por qué sólo hay uno, horroroso y mal ubicado. Y más cosas.
Cómo es nuestro único chiringuito
En el año 2008 el Ayuntamiento aprobó un “plan de usos” de las playas que fue presentado a la Generalitat y aprobado por ésta. En ese plan se preveía la dinamización de las playas de Calafell con la instalación de 4 chiringuitos grandes y 5 pequeños (helados y refrescos) desde El Vendrell hasta Cunit, amén de canales para llegada y salida de embarcaciones (neumáticas tipo zodiac, patines y motos de agua), trampolines de baño, zonas de juego, carril bici, etc, aproximadamente uno cada 500 metros. El plan contemplaba también la financiación de estas instalaciones sin necesidad de recursos económicos municipales, mediante esponsorización, publicidad y los propios ingresos generados por la actividad.
Y ¿por qué no se hizo? ...
Muy sencillo. Los caciquillos locales temían que estos nuevos establecimientos les quitasen negocio y clientela y entonces el gobierno local (al servicio de todos, claro, de todos ellos) decidió que se iba a colocar la gran cantidad de UN SOLO CHIRINGUITO y en un lugar que no molestase a los “de tota la vida”, es decir, como si colocasemos un chiringuito en medio del desierto del Sáhara, lejos de que pudiese hacer competencia a cualquier establecimiento de la Platja o de Segur... "de los de toda la vida". Como el perro del hortelano, se trataba de ni comer ni dejar comer. Además se eligió como prototipo un modelo carísimo y de, como mínimo, estética dudosa, color verde "Jordi Sánchez": el modelo Habana de Microarquitectura SA, con un coste aproximado de 90.000 € que, si tenemos en cuenta que habrá que amortizarlo en unos 6 años (renting), representa un coste anual de 15.000 € (más intereses, más IVA).
El resultado fue que, el primer año, NADIE se quiso hacer cargo del chiringuito y pagar los 15.000 €. A partir del segundo año se hizo cargo una persona de El Vendrell pagando 12.000 € por la temporada, menos que el coste, y gracias!. Además con agua, electricidad, basuras y demás servicios municipales gratis. No es una crítica al empresario porque un empresario no puede asumir estos costes con un pésimo chiringuito, sin conexión al alcantarillado (las aguas residuales se vierten a un depósito enterrado en la arena que se vacía de vez en cuando, pero que casi siempre está lleno y a veces con fugas), colocado en un sitio en el que hay poca afluencia y en el que, además, el horario municipal que se le impone por contrato le obliga a cerrar a las 21h (otra cosa es que lo haga o no) y sin música, no vaya a molestar a algún vecino de la plaça Milenari que ya sabemos que tienen las piel y la oreja muy fina (la historia de la pérgola del Sánchez es otra también muy guay).
Hay que destacar que, según información que nos ha sido facilitada por "Garganta Profunda", ningún empresario de Calafell mostró, en su día, interés alguno por la explotación de este establecimiento, a pesar de que se hizo una oferta pública. Alguno que insinuó que “si se lo dejaban gratis les haría el favor de explotarlo”. Algunos empresarios de Calafell (alguno actualmente concejal en el ayuntamiento) ya han demostrado su incapacidad para dinamizar el sector (ver referencia), como dijo: "Desde la asociación de empresarios Forum de Calafell, muchos de ellos propietarios de locales en primera línea de mar, se está a la expectativa del resultado de la prueba «y de cómo se autorizará la colocación de chiringuitos», explicó Maximiliano Revello, presidente de la agrupación empresarial. Revello señala que deberá quedar muy bien definido desde la estética «de calidad» que deberán tener, a la superficie de terraza y hasta los productos que podrán ofrecer. El presidente de Forum Calafell apuntó que incluso deberá estudiarse si se autoriza «sin que haya molestias» que algunos puedan abrir por las noches. «Va a ser un invierno en el que deberemos tener muchas reuniones para determinar cómo poner en marcha la iniciativa»." Estan más preocupados por eliminar competencia que por dinamizar el turismo.
Como anécdota diremos que este chiringuito hay que montarlo y desmontarlo cada año (por ley de Costas), que esta operación cuesta unos 5000 € más cada año, y llevarlo al depósito municipal (donde se lleva los coches la grúa) que es donde se guarda fuera de temporada y que el año 2009 resultó destruido totalmente al pasar el camión que lo llevaba por debajo del puente de la carretera de Mas Romeu al ser transportado al depósito. El camión llevaba la pluma (grúa) levantada por olvido y al chocar ésta con el puente se desplomó sobre el chiringuito partiéndolo en dos. Hay atestado de la policía local, todo está documentado.
¿Cómo habría que hacerlo para que vaya bien?
Pues en primer lugar, buscar un modelo más bonito, que los hay (aunque para gustos: los colores), pero sobre todo que sea más barato, que permita una amortización más rápida. Si el empresario se gana la vida, todos ganaremos.
En segundo lugar disponiendo un número suficiente que haga atractiva la oferta, no menos de 4 ó 5 a lo largo de todo el litoral de Calafell, en lugares de distinto tipo, desde una punta a otra de la playa. Puede haber de varios tipos: pequeños (helados, chip y refrescos) y/o grandes (bocadillos, tapas, drinking...). La aparición de chiringuitos no debe verse como una competencia a los demás establecimientos sino como un reclamo que hará aumentar la afluencia de visitantes a Calafell, en beneficio de todos.
En tercer lugar hacer una oferta pública a toda España del conjunto de los chiringuitos o de cada uno por separado si procede, para que vengan los mejores, ofreciendo una concesión por un número de años que permita su viabilidad económica, normalmente unos 8 años. Y que lo exploten profesionales del sector.
Y, por último, elaborando una normativa que los haga compatibles con el horario de ocio, para que se puedan tomar copas hasta la misma hora que en un bar, con musiquita ambiental y luces de colores, al lado del mar y de la brisa.
La promoción económica del municipio ya no pasa por la construcción, el ladrillo ya ha dado de si todo lo que podía. Ahora hay que explotar lo que tenemos: el comercio, la playa, el turismo y si podemos el parque empresarial. Pero la playa y el turismo pueden ser ejes básicos de creación de riqueza y empleo y los chiringuitos son un atractivo que no hemos sabido explotar hasta ahora. Porque el modelo actual da para lo que da.
Seguramente hay que hacer más cosas: que los políticos piensen, que para eso están. Pero esto es básico y de perogrullo. Y sobre todo, por favor, los inventos "con gaseosa". Miremos como lo hacen los demás e intentemos mejorarlo, pero como mínimo, no empeorarlo. A ver si nos vamos poniendo las pilas, que el proteccionismo excesivo no es bueno para nadie y, queriendo proteger a los cuatro "de tota la vida", no hace otra cosa que jorobar a todos los demás.
Nos gustaría tener chiringuitos en la playa, patines, motos acuáticas, un puerto deportivo vivo, tiendas que venden (menos bazares "todo a 1 eulo" y más tiendas de calidad), hoteles, que la calle Monturiol vuelva a ser una referencia de ocio nocturno de Catalunya, y muchas cosas más. Que se cree riqueza y empleo, que no estan los tiempos como para despreciar nada.